Grace Llasaca, 11, y su madre Zoraida Llasaca en su casa en La Vista 7 de julio. Foto por Bridget Fogarty.

Son las 11 en punto de una mañana soleada de junio en La Vista, Nebraska, y cuatro mujeres jóvenes admiran más de tres docenas de vegetales de hoja verde que sobresalen de la tierra en el lado sur de la casa de Zoraida Llasaca. Llasaca, una mujer peruana que ha vivido en Nebraska durante los últimos 18 años, sonríe junto a las macetas con hierbas en crecimiento que bordean el perímetro de su jardín trasero. Sus manos van de una planta a otra mientras su anciana madre y su hija de 11 años, Grace, la ayudan a controlar el progreso del jardín.

Meses atrás, este rincón del patio de Llasaca era un trozo de pasto. Luego, los miembros del equipo de Siembra Salud, una iniciativa gratuita de educación sobre la salud del Centro Latino de Midlands, trabajaron con ella para convertir el espacio en un jardín para su familia: excavando tierra, arreglando un perímetro de ladrillos, plantando las semillas. Ahora, el espacio está repleto de hierbas y vegetales que ya están maduros para ser recogidos y que brindarán a la familia Llasaca múltiples cosechas durante el otoño.

“Salgamos del calor”, sugiere Llasaca, y guía a su familia y al equipo de Siembra Salud desde el jardín trasero hasta los escalones de la entrada y dentro de su casa.

Pasantes con Siembra Salud Flor Solano, Yazmin Islas, Milvian Lopez y especialista del programa Diana Linares (desde la izquierda a la derecha) sonríen antes de una lección sobre el bienestar en el 16 de junio, 2022. Foto por Bridget Fogarty.

Los Llasaca son una de las 35 familias actualmente inscritas en Siembra Salud. El programa equipa a las familias latinas de bajos ingresos con las herramientas para cultivar y mantener sus propios jardines y, como resultado, tener un mejor acceso a alimentos nutritivos.

El programa está llenando un vacío en los hogares latinos, los cuales tienen índices más altos de inseguridad alimenticia en los EE. UU. En Omaha, los vecindarios predominantemente latinos y negros son las mismas áreas definidas por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. como desiertos alimenticios: comunidades de bajos ingresos donde el supermercado más cercano está a más de una milla de distancia.

El acceso a alimentos saludables es uno de los muchos determinantes sociales de la salud: las formas en que los lugares en los que vivimos, aprendemos, trabajamos y jugamos afectan nuestra salud. Las políticas de inmigración y el transporte también juegan un papel importante, al igual que el acceso a la atención médica.

En Nebraska, donde el 12% de la población se identifica como latina, más de la mitad de los residentes latinos reportan no tener un médico personal. Eso es más del triple del porcentaje de residentes blancos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Nebraska.

Para muchos, ver a un médico es una elección financiera más que médica. Uno de cada cinco latinos en Nebraska informa que no puede ver a un médico debido al costo, y tienen seis veces más probabilidades que los blancos de carecer de cobertura de atención médica, según el DHHS.

Yazmin Islas, una pasante con Siembra Salud, habla con participante Zoraida Llasaca sobre la presión alta e hipertensión durante una visita a su casa en La Vista el 16 de junio, 2022. Foto por Bridget Fogarty.

Pero programas como Siembra Salud pueden ayudar a cerrar esta brecha trabajando desde cero. Ayudar a las familias a cultivar alimentos frescos es solo el primer paso: Siembra Salud utiliza la jardinería como un catalizador para tener conversaciones periódicas sobre educación para la salud que ayuden a reducir y prevenir las disparidades en la salud.

Llasaca invita al grupo a entrar para tomar asiento en dos sofás en la esquina de su sala. Sobre ellos cuelgan coloridas pinturas de flores, la silueta de un lobo contra un planeta brillante en el espacio y un violín decorado. La artista, la hija de Llasaca, Grace, se sienta en el suelo cerca y elabora un mosaico de cuentas de plástico en forma de pez mientras las mujeres comienzan a hablar.

“¿Ha tenido alguna experiencia con la diabetes?” Milvian Lopez, de 22 años, le pregunta a Llasaca en español. Llasaca asiente. “Conozco amigos que sufren de diabetes”, dice Llasaca en español. “Es azúcar insuficiente en el cuerpo”.

López asiente y continúa explicando cómo las poblaciones hispanas y latinas en los EE. UU. corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes que los estadounidenses blancos. Un par de minutos después, Yazmin Islas, pasante de Siembra Salud, toma la presión arterial de Llasaca. Luego, Flor Solano, otra pasante, comparte ideas sobre cómo lograr que toda la familia haga ejercicio durante al menos 30 minutos al día.

“Cuando era pequeña, mi mamá caminaba con nosotros a la tienda de la esquina y regresaba todos los días”, le dice Solano a Llasaca en español. “Siempre me gustaba ese momento”.

Durante casi una hora, la conversación fluye desde temas como comer alimentos saludables para prevenir enfermedades hasta ponerse al día con las vacunas. La visita termina cuando el equipo le da a Llasaca un paquete de números de teléfono y direcciones de centros de salud comunitarios, programas de comidas y otros recursos en Omaha.

Estas visitas quincenales se sienten más como conversaciones con la familia que como una presentación de hechos médicos, y eso es intencional, según Efrén García, coordinador de Siembra Salud.

“No solo revisamos sus jardines”, dijo García, “sino que también revisamos cómo les está yendo en todos los aspectos de la salud: cómo les está yendo emocional, espiritual, socioeconómicamente, cualquier cosa con la que necesiten ayuda”.

Los pasantes de Siembra Salud son en su mayoría latinos de secundaria o universitarios interesados en carreras en salud pública. Cuando los participantes son recibidos en sus hogares por personal que se parece a ellos y habla su idioma, dijo García, abre las puertas a conversaciones que de otro modo no podrían tener con un proveedor de atención médica que no habla español.

“Se va creando una confianza cada vez que venimos”, dijo Diana Linares, especialista de Siembra Salud. “Yo tengo varias familias que a veces tiene que tomar más tiempo con ellos porque a veces me dicen, ‘gracias porque fue una terapia para mi.’”.

Las organizaciones comunitarias como Siembra Salud y el Centro Latino de Midlands juegan un papel tremendo en la conexión de los recursos de atención médica y los miembros de la comunidad, dijo Athena Ramos, profesora asociada en la Facultad de Salud Pública del Centro Médico de la Universidad de Nebraska. Eso es especialmente cierto en tiempos de crisis, como la pandemia de COVID-19, que afectó desproporcionadamente a los latinos y exacerbó las desigualdades en salud.

El papel de un pasante de Siembra Salud es similar al de un trabajador de salud comunitario: ser un enlace de salud confiable de la comunidad a la que sirve, dijo Ramos.

“(El personal de Siembra Salud) ha pasado numerosas horas con las familias enseñándoles sobre jardinería, sobre alimentación saludable, sobre cómo usar los productos que realmente están produciendo en sus jardines”, dijo Ramos, quien se desempeña como evaluador del programa. “Tienen la confianza de las personas a las que sirven y tienen la capacidad de educar a las personas y proporcionar recursos de una manera que sea cultural, lingüística y contextualmente apropiada”.

Los datos de evaluación del programa muestran que de 2019 a 2021, Siembra Salud realizó 774 visitas domiciliarias con 75 familias y proporcionó a los participantes más de 550 referencias a agencias comunitarias, como bancos de alimentos, servicios legales de inmigración, servicios de salud conductual o clases de inglés. Los participantes informaron una mejor salud física y mental, una mejor ingesta dietética y un aumento de la actividad física después de su participación en el programa.

López, la pasante principal en la visita domiciliaria de Llasaca, ha visto a los participantes cambiar la forma en que cocinan, hacen ejercicio o hablan sobre su salud después de conversaciones aparentemente simples con los miembros del equipo de Siembra Salud en sus jardines o salas durante este verano. Llegó a Omaha desde Guatemala en 2017 y también le trajo a su familia las lecciones de educación para la salud que enseña.

“No tiene que llegar al punto de enfermarse para recibir educación en el hospital; puede evitar todo eso recibiendo educación en su hogar”, dijo López.

Llasaca ve su abundante jardín como una labor de amor en la que toda su familia ha trabajado junta. Grace también se ha dedicado a la jardinería y ahora cuida sus propias plantas de orquídeas y moras azules.

Llasaca cree que los miembros del equipo de Siembra Salud, especialmente las jóvenes latinas, le han mostrado a su hija las oportunidades que son posibles para ella cuando crezca.

“La motivación que ellos ponen la gana que le ponen entras de los muchachos aquí a mi me emociona a ver la juventud que vuelva a apreciar las plantas, la naturaleza”, dijo Llasaca en español. “Eso me enriquece”.

Zoraida Llasaca con su hija Grace el 7 de julio, 2022. Foto por Bridget Fogarty.

Bridget Fogarty, Report for America Corps Member

Bridget Fogarty is a Report for America Corps member reporting with El Perico and its English sister publication The Reader.

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