Rony Ortega ha llegado lejos en su carrera de 15 años como educador. Él trabajó en los distritos escolares suburbanos en Elkhorn y Papillion antes de ser reclutado a Omaha Public Schools por Jim Ramírez, activista del Sur de Omaha y anterior miembro y veterano de OPS.
Ortega, quien está casado y tiene tres hijas que asisten a OPS, ha pasado de ser maestro de clase y asesor en preparatoria a director asistente en South High a director en Buffett Middle School. Antes en este año él fue contratado como director ejecutivo de distrito con la tarea de apoyar y supervisar a los directores de 16 escuelas.
El nativo del Sur de California considera que sus logros educacionales y profesionales tienen mucho que ver con que su familia se mudara a Nebraska. Las experiencias negativas en las escuelas públicas de Los Ángeles en los años 1980-1990, con los problemas de pandillas, la falta de agua potable y el gran número de alumnos que eran dados de baja, motivó su deseo por ser un agente de cambio positivo en la educación. En Schuyler, en donde sus padres inmigrantes trabajaban en plantas empacadoras, él conoció nuevas posibilidades.
«Estoy muy agradecido de que mis padres hayan tenido el valor de mudarse lejos de un mal ambiente. En verdad no fue hasta que conocí a unas personas clave que cambiaron la trayectoria de vida. Conocí a la familia de clase media que jamás conocí mientras crecía. En verdad me acobijaron. Teníamos conversaciones en su mesa sobre la universidad y tener una carreta, todas esas conversaciones que suceden en los hogares de clase media que nunca sucedían en mi casa hasta que conocí a esa familia. Eso en verdad me transformó pues no fue hasta entonces que yo comprendí que mi futuro podía ser diferente y que yo no tenía que trabajar en una planta empacadora y vivir en la pobreza. Fue todo eso lo que me colocó en un camino diferente”.
Él comenzó su búsqueda de una educación superior en el Central Community College(CCC) en Columbus.
«Yo fui ahí pues, la verdad, no tenía otra opción. Yo no era el chico más listo en la escuela preparatoria, y el año pasado estaba recibiendo el premio como ex-alumno destacado y fui el primer orador. Hablar en público no es algo que disfrute, pero lo hice pues si puedo influenciar a alguien en el público a que continúen con su educación, entonces valdrá la pena. Y todo esto se lo debo a la universidad. Eso fue el comienzo de mi nueva vida”.
Él mencionó que, igual que en su vieja escuela en Schuyler, CCC-Columbus ahora es una institución que sirve a los latinos, en donde antes los latinos eran una rareza.
Su mensaje a los estudiantes: la educación mejora la movilidad social.
«Nadie puede quitarte tu educación, sin importar quien seas, a donde vayas y lo que hagas”.
Él completó sus estudios universitarios en la Universidad de Nebraska-Lincoln y obtuvo dos grados de Maestría y un Doctorado en la Universidad de Nebraska en Omaha.
«Soy el primero en mi familia en tener una educación profesional”, dijo Ortega. “Yo creo que mis padre todavía no entienden bien lo que hago en mi trabajo o lo que significa toda mi educación, así que termina por ser un reto al casi vivir en dos mundos”.
Él espera continuar avanzando como administrador.
«Yo tengo mucho impulso y un gran deseo por aprender. Sí sé que quiero continuar teniendo un gran impacto en los niños y tener un mayor alcance y eso es algo que me motivará a alcanzar mis metas. Es muy gratificante ver que logras influenciar a otros y tener un impacto en sus vidas. No hay mejor sentimiento”.
Él todavía está tratando de ver lo que significa ser director ejecutivo de 16 directores y escuelas.
«Por ahora me estoy enfocando en construir relaciones con mis directores, lograr conocer sus escuelas, sus retos, u observando lo que está pasando. Así que ahora estoy guiando a través de la enseñanza. Es un gran reto, no solo pues las escuelas son primarias, secundarias y preparatorias, sino porque están por toda la ciudad. Cada escuela tiene sus retos y oportunidades y yo estoy tratando de aprender de ellas.
«Cuando yo era director, yo tenía algunos maestros que me necesitaban más que otros. Yo estoy aprendiendo que lo mismo pasa con los directores pues algunos te necesitan más pues son nuevos en su puesto o tal vez están en escuelas que tienen algunos cuantos retos más”.
Al haber tenido el mismo ese cargo, él sabe que los directores tienen una responsabilidad única y compleja. Es ahí que él participa como apoyo/instructor/guía.
«Estamos esperando que los directores sean líderes de instrucción, pero los directores tiene una gran cantidad de cosas por hacer. Nuestra teoría de acción es que si desarrollamos la capacidad de nuestros directores, ellos a su vez desarrollarán la capacidad de los maestros y entonces los resultados de los estudiantes mejorarán”.
Él sabe la diferencia que puede hacer una mano amiga.
«Sin importar en dónde has estado, siempre ha habido por lo menos una persona que me ha influenciado. Las investigaciones muestran que todo lo que se necesita es una persona apoyando a alguien y ayudándole, y yo he tenido la suerte de que ha habido personas que han visto un valor en mí y que han invertido en ello”.
Su carrera educacional, nos dice, “es una forma de dar algo de vuelta y pagar con la misma moneda”.
Él continúa: “Es muy gratificante despertarse todas las mañanas sabiendo que se hace por esas razones. Eso es algo muy poderoso”.
Él dejo atrás los suburbios para llegar a la diversidad de OPS.
«Yo continuaba pensando que tenía que seguir a mi corazón. Yo quería hacer más para tener un impacto en niños que probablemente se parecen más a mí”.
Él está orgulloso de que un distrito que sirve a una amplia población inmigrante y de refugiados esté experimentando aumentos en los logros académicos de sus estudiantes y en el número de estos que se gradúan, con más graduados que continúan su educación más allá de la preparatoria.
Como les recuerda a los estudiantes, si él pudo hacerlo, ellos también pueden.
Lea más del trabajo del Leo Adam Biga en leoadambiga.com.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *