Donna Polk y Nicole Tamayo denuncian la gentrificación liderada por los desarrolladores, lo cual les está empujando llevar a la Nebraska Urban Indian Health Coalition (NUIHC) del centro de Omaha.
Con sede en 2240 Landon Court en la calle 24, entre Farnam y Leavenworth, la organización sin fines de lucro siente la presión de los desarrollos a su alrededor por lo que planea mudarse al Sur de Omaha para estar más cerca de su base nativa y tener instalaciones más amplias.
“Tenemos la intención de mudarnos pues hemos crecido más allá de lo que nos ofrecen estas instalaciones y ya no encajamos dentro de la demografía de esta área. La gentrificación nos está sacando. Nuestra población objetivo ya no está aquí y necesitamos de más espacio”, dijo Polk, CEO de la agencia formada en 1986.
El edificio de 12,000 pies cuadrados brinda tratamiento residencial y para pacientes ambulatorios, programas para jóvenes y para adultos mayores, así como espacios comunes para eventos, todo cerca.
«Al mudarnos a un edificio más grande podremos tener un piso adicional para la comunidad y un segundo piso para los programas. Estamos emocionados por todo eso”.
Mientras tanto, a Polk y Tamayo no les gusta como el aumento en el valor de las propiedades y en el costo de las rentas está haciendo que las personas de muden de esta área urbana de uso mixto que está siendo revitalizada.
Pero Polk también es práctico, por lo que está trabajando con Arch Icon, uno de los desarrolladores a cargo de esta gentrificación. Para el nuevo espacio de la NUIHC, se han enfocado en el anterior South Omaha Eagles Club en la 24 y N. Tiene más del doble de espacio en pies cuadrados. A un lado, ella quiere construir 44 unidades de vivienda transicional para personas de bajo ingreso para “proporcionar una vivienda segura y moderada para una comunidad desplazada”.
Tamayo, Directora del Programa de Juventud y Familia en NUIHC, dijo que la comunidad nativo estadounidense de la ciudad en su momento vivió cerca del centro de la ciudad pero desde entonces se ha dispersado. El transporte es un problema que será menor una vez se hayan mudado.
Ambas mujeres son de herencia mixta, como la mayoría de sus clientes. “No hay muchas personas de sangre pura”, dijo Tamayo, quien es mexicana y nativa americana. Polk es afroamericana y nativa americana. La agencia tiene una junta directiva completamente con nativos estadounidenses, salvo un solo miembro. A la junta y los miembros del equipo de trabajo no les agradan los esfuerzos, intencionales o no, por marginalizar aún más a una población que ya es casi invisible. El censo estima que alrededor de 3,400 nativos americanos residen aquí y, aunque haya quienes parecen no verles, ellos tienen vidas, familias, problemas y necesidades reales a las que responde la NUIHC con programas y servicios culturalmente competentes.
Tamayo supervisa el programa Soaring Over Meth and Suicide (SOMS – Evitando las Metanfetaminas y el Suicidio) que proporciona a los jóvenes herramientas preventivas para evitar el abuso de sustancias o que se hagan daño a ellos mismos. Esta madre de cuatro lleva “muchas experiencias de vida” a su empleo. Personas cercanas a ella han cometido suicidio, luchado contra las adicciones a las drogas y sufrido de enfermedades mentales. Ella se ve a sí misma en los clientes a los que sirve.
«Yo crecí en esta área. Yo estuve en pandillas, tomé drogas y estuve por todos lados. Todo lo positivo que pueda hacer por mis pequeños y mientras más grande sea el sistema de soporte que pueda colocar alrededor de ellos, todo será para bien”.
La NUIHC acepta algunos clientes que otros centros de Servicios de Salud para Nativos Estadounidenses (IHS) no aceptan.
«Tienes que ser miembro registrado de una tribu federalmente reconocida para poder recibir los servicios de un IHS”, dijo Tamayo. “Gran parte de nuestro esfuerzo, en especial con el Proyecto de Salud Adolescente del que somos parte a través del Women’s Fund of Omaha, es construir puentes y acabar con las brechas entre los diversos servicios para que otras organizaciones puedan trabajar de mejor forma con nuestra comunidad”.
La NUIHC opera una clínica de salud comunitaria federalmente calificada en Lincoln, Nebraska, que brinda sus servicios a nativos estadounidenses y a quienes no lo son, así como un servicio de transporte gratuito en Sioux City, Iowa.
«En nuestra clínica en Lincoln proporcionamos servicios de cuidados a la salud a una gran población de personas de escasos recursos en el Condado de Lancaster County», dijo Polk. «La incidencia y prevalencia de enfermedades crónicas en la comunidad de nativos estadounidenses les coloca bajo un mayor riesgo, por encima del de otros grupos raciales o étnicos, en cuanto a diabetes, enfermedades cardiacas, cáncer y problemas respiratorios. Es terrible. Refleja la tasa de mortalidad y morbilidad de la cultura dominante pero el efecto es más devastador pues el diagnóstico usualmente se da durante las últimas etapas”.
En Omaha, la NUIHC ofrece consultoría por salud mental y tratamiento contra la adicción a las drogas o el alcohol. El edificio cuenta con 10 camas para pacientes internados. El campus incluye cinco unidades de vivienda transicional, cruzando la calle desde el edificio principal, las cuales son propiedad de la tribu Winnebago y que son rentadas a la NUIHC.
«Cuando las personas se gradúan de este programa (tratamiento) de cualquier programa en el condado, son elegibles para ir a una vivienda transicional”.
La NUIHC no ha visto un aumento en referencias para tratamiento desde que cerraron las tiendas de venta de licor en Whiteclay, Nebraska, aunque el alcohol continúa siendo un gran problema.
El enfoque amplio sobre la salud que tiene la agencia se extiende a enseñar a los jóvenes sobre las elecciones saludables que pueden tomar, así como en proporcionarles de habilidades de vida, así como actividades sociales y recreacionales para los adultos mayores.
«La programación que tenemos, incluso para educación sexual, es para trabajar dentro de la cultura, trayendo de vuelta los valores tradicionales en cómo nos comportamos, así como tener una autoestima y valía personal saludable para tomar decisiones saludables”, dijo Tamayo. “En la mayoría de nuestras familias, los jóvenes comienzan a tomar, usar drogas, fumar y más desde los 10-11 años de edad”.