Por Valeria Zapata*
No me sorprendió para nada ver el nombre de Doug Peterson, Fiscal General de Nebraska, en el sumario legal de la más recientemente rechazada demanda presentada por la administración de Trump que afirmaba que hubo un fraude electoral.
A pesar del gran número de jueces que han rechazado estas afirmaciones por varios meses, Doug se sintió impulsado a usar su posición de poder para intentar hacer a un lado el voto de millones de ciudadanos de Estados Unido. Hacer a un lado es una forma amable de decir que se querían robar el voto de alguien. En cuanto a esta jugada, el Omaha World Herald calificó a Doug como “escuetamente político… peligroso y antidemocrático”. Suena como el Doug que conocí cuando se presentó en el seminario de la Lincoln Legal Professionals Association hace algunos años.
Doug habló sobre lo que hace la oficina del fiscal general en Nebraska. Al hacerlo, culpó de forma explícita a las personas “indocumentadas” por la mayoría del robo de identidad en Nebraska.
Sus afirmaciones no tenían bases, igual que las demandas por fraude electoral de Trump. Él no ofreció algo que pudiera sustanciar sus declaraciones, por lo que sonaba como si contara una historia sobre una figura inexistente. Sugirió que las personas indocumentadas no pueden obtener trabajo, servicios, servicios telefónicos, cuentas de banco y/o líneas de crédito sin robar los números de seguro social de las personas buenas, como las que estaban sentadas en ese salón. Esta desconcertante presentación de lo que se decía eran hechos fue algo completamente inadecuado, por lo que levanté mi mano para hacer algunas preguntas.
Yo tenía un interés genuino por investigar cualquier caso criminal seguido en contra de estas personas “indocumentadas” que seguramente existían, toda vez que esta era la amenaza número uno en seguridad de identidad en Nebraska.
Quería saber por qué no le estaba contando al público sobre cómo EEUU es tan bueno para recolectar impuestos, que emiten un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN) a las personas “indocumentadas”. Con este ITIN, pueden hacer cosas como tener un negocio, abrir cuentas de banco y, sí… ser consumidores. La mayoría de las compañías de servicio están felices de tener clientes “indocumentados” y con gusto aceptarán un ITIN en lugar de un número de seguro social.
Coincido en que hay personas “indocumentadas” que en verdad usan números de seguro social no asignados a ellos para obtener un empleo. Esto es absolutamente evidente por el superávit en fondos del Seguro Social. Yo quería saber si el público presente en la sala debería estar preocupado por las personas “indocumentadas” que trabajan usando su número de seguro social, y por qué había un superávit de fondos sin recolectar. Y además, recordarle que si no fuese por esos fondos recolectados de las personas “indocumentadas”, hubiera sido muy probable que él hubiese sido parte de la última generación en obtener un cheque del seguro social.
Yo quería enfrentarlo sobre lo que él quería decir por “indocumentados” y hacerle preguntas específicas sobre el “Tratado de Hidalgo”. Quería recordarle que cuando él dice “indocumentados”, en realidad se está refiriendo a las personas indígenas y que él está sobre su tierra apropiada.
Todo eso pasó por mi mente mientras levantaba mi mano.
Pero al final, no pude decir nada de eso. No puedo incluso hablar sobre ello. Todo el salón estaba escuchando su presentación. Las personas a quienes cedía la palabra reafirman su idea de que el “ladrón de identidad” es esta persona “indocumentada”, desesperada por poner su cuenta de Verizon a su nombre.
Pero no bajé mi mano. Decidí que le preguntaría sobre el más grande robo de información personal del que jamás había escuchado cuando los ladrones de identidad encontraron que en un gran número de textos en los casos de derecho familiar incluían los números de seguro social y fechas de nacimiento de las partes y de los menores de edad, además de otra información confidencial.
Le iba a preguntar por qué nunca pudieron procesar a alguien por esos crímenes.
Esto hubiera sido informativo para el público de profesionales legales, pues la mayoría de ellos recordaba cuando cambió el proceso. Estoy seguro de que él podría brindar algo de información sobre esa situación y tener que admitir que los probables ladrones eran definitivamente “documentados” y que era muy probable que no fueran originarios de este continente.
Sin embargo, me quedé ahí con la mano levantada mientras daba el uso de la voz a todas las demás personas en el salón, evitándome. Aunque me han dicho que si me hago pasar como una mujer blanca, yo sería la única persona en ese salón con raíces indígenas explícitas. Y yo era la única cuya mano levantada fue ignorada por completo. No solo por el fiscal general, sino por los moderadores del seminario. He visto antes cómo los oradores no ven la mano alzada de alguien y los moderadores hablan y le recuerdan al orador que parece ser que hay una persona con una pregunta.
Me sentía disgustada cuando salí del seminario. Todo en lo que podía pensar era en todo el dinero que le pagaban a este hombre para salir a incitar el miedo en contra de las personas indígenas. Él debía saber que estaba confundiendo los datos. ¿Qué motivación tiene para perpetuar los estereotipos negativos contra los míos? ¿Contra los suyos
Las personas indígenas siempre han sido absolutamente integrales para la vitalidad de Nebraska. Y ahí es donde está la respuesta. Mi abuela y sus hijos trabajaron los campos de Nebraska y Wyoming, recibiendo literalmente centavos por ello. El Programa Bracero le trajo aquí. Un programa después denunciado por el Departamento del trabajo como esclavitud moderna. Pretender que este país no fue construido sobre y continúa corriendo con un sistema que explota la mano de obra barata es absolutamente opresivo. Este tipo de ignorancia es como terminamos con nuestras actuales leyes de inmigración que son muy poco favorables con las personas indígenas de esta tierra.
Perpetuar la idea de que somos ladrones de identidad o indocumentados y no que somos personas indígenas de la tierra apropiada sobre la que las personas en puestos de poder escriben las leyes, en mi opinión, ese es el mayor robo de identidad.
Mi voto es gran parte de mi identidad. Para mí fue irónico que este hombre que pretende estar tan preocupado con resguardar la identidad de los ciudadanos de EEUU estuviese tan orgulloso de robar los votos de millones de estadounidenses.
*Valeria Zapata es una estadounidense con raíces mexicanas. Es paralegal y es activicta por el reconocimiento de los inmigrantes como seres humanos y también por los pueblos originarios mexicanos.