La figura paterna de Francisco “Paco” Fuente se despide de la dirección de Boys & Girls Clubs of the Midlands y deja con ello una cultura de solidaridad, respeto, amor y disciplina que por 21 años fue cultivando en ese lugar, para ahora enfrentarse a un nuevo reto como director comunitario en el programa de la red de tiendas de segunda mano GoodWill.
En la Guaca Maya, uno de sus restaurantes favoritos ubicado al sur de Omaha, El Perico habló con él sobre cuáles son sus nuevos proyectos ahora que ya no estará en la cabeza de Club que se ganó el cariño de muchos jóvenes y ahora adultos.
Pausa su comida para comenzar a explicar.
Con una voz pausada y paternal explicó que “después de 21 años solo sentí que era tiempo de hacer un cambio. Consideré que era tiempo de retirarme cuando llegó la oportunidad de pertenecer al programa de Goodwill Omaha. Fue muy difícil dejar la organización (Boys & Girls), el equipo de trabajo, los niños y los padres, pero también pensé que era bueno intentar otra ocupación antes de jubilarme”.
Su carrera como director de esa organización fue un reto para él, pues llevaba en él una disciplina propia de un militar: puntualidad, respeto, organización, y a eso era lo que apostaba. Estuvo en la fuerza aérea por 20 años (desde sus 18 hasta sus 38) y llegó a retirarse con el rango de sargento mayor.
Paco llegó a conocer Boys and Girls en 1968- que para ese entonces solo era para niños varones- cuando tenía 10 años gracias a su amigo y vecino Franki Pyzdek quien lo invitó a ser parte del club. En 1995 el club aceptó a chicas.
“Estuve todo el día ahí, había mesas de ping pong, piscina, gimnasio, canchas de fútbol y baloncesto. Todo eso por un dólar al año todo el año, los 5 días a la semana. Ese era el precio en ese tiempo. Me enamoré de ese lugar así que fui a pedirle a mi padre que pagara y lo hizo porque sabía que allí iba a estar bien”, comentó.
Así que el joven paco estuvo allí por 8 años hasta que terminó el bachillerato y unirse a la fuerza aérea. Para él han sido los mejores años de su vida. “Mi familia era de una clase trabajadora y el club daba varias disciplinas. Se reducía la brecha entre los que tenían más dinero y los que no. Aún en este tiempo se mantiene esa idea, solo que ahora se paga 30 dólares anuales para que estén niños de entre 5 y 18 años”.
Los 21 años
Luego de retirarse de la Fuerza Aérea y antes de ser director de Boys & Girls trabajó por 18 meses como técnico de impresión en el periódico Omaha World Herald. En ese tiempo Paco formó un grupo llamado Greater Omaha Mexican-American al cual su amigo Alberto “Beto” González se unió, cuyo propósito es servir y apoyar a la comunidad latina.
Cuenta que un domingo en la tarde iban a conversar sobre dónde sería la próxima reunión, ya que reunían cada mes. “Beto me dijo que en el South Boys and Girls iba a renovarse por lo que cuando esté listo podrían reunirse ahí. Le dije: ¡qué bien! No he estado ahí desde que era un niño. En todo eso me dijo que estaban buscando un nuevo director”.
Paco recrea aquella conversación cuando Beto le dijo que estaban buscando un director con características específicas: hombre, latino y bilingüe. “Pues ese soy yo, le dije. – ¿Estás interesado? – Puede ser, le dije. El lunes en la mañana me llamaron para que me acercara al club y fue justamente el club donde crecí”, dijo.
No lo dudó dos veces y aceptó el cargo.
Como su vida militar lo marcó, la disciplina para él era importante, pero estaba lidiando con niños y el voluntariado, por lo que tuvo que buscar en sí mismo la manera de adaptarse. Sus recuerdos y el amor al arte y la música lo llevaron a buscar estrategias para captar la atención de todos.
“Llegué a ser como un padre para todos ellos. La vida militar es muy distinta y estricta, ya tienen una cultura y yo tenía que crear una con la colaboración de todos. Trabajar con civiles es diferente. Si te dicen que, si una reunión era a las 3 de la tarde, debes esperar 15 minutos para que se llene la sala. Así que me di cuenta de que, si cuidas de las personas, entonces ahí verás las cosas positivas”, comentó.
Comentó como anécdota que en esa organización no se necesitan avisos ni carteles de señalización como “no entrar”, pues los niños sabían que si no estaba alguien del personal allí entonces no podían pasar. “Esa es parte de la cultura”.
Detrás de su historial como sargento mayor y director, Paco es un hombre de arte y música. Le gusta el cine mexicano, la música caribeña, el jazz y su película favorita es El Padrino.
Ahora en la dirección de club queda Tony González quien ha trabajo junto a Paco y con quien mantiene una estrecha amistad.
Paco se despide con los mejores y gratos recuerdos de la organización dice que es un hombre de retos por lo que decidió asumir la dirección del programa comunitario de Goodwill el cual asegura está emocionado por impulsar.