Durante abril y mayo se realizó una vez más el programa Mujeres y Valores, en las instalaciones de Completely Kids.
María Otilia Montelongo, una de las organizadoras, explicó que éste curso se inició  hace años por una religiosa, quien ahora vive en South Dakota y se basó en uno similar establecido en Texas: «Ella lo comenzó en Omaha junto con María Luisa Gastón y Carolina Padilla».
Mujeres y Valores tiene una duración de seis semanas durante las cuales las participantes se reúnen dos horas al día, dos veces por semana. Las mujeres  reciben un diario para escribir sus comentarios sobre el papel que juegan en la sociedad, ya sea como esposas, madres o hijas y según Montelongo: «Se les entrega un manual que viene a ser como una ‘biblia’, porque contiene muchísima información».
Montelongo es originaria de Nayarit y consideró que uno de los temas más importantes del programa es el que toca la situación del patriarcado que se vive no sólo en México sino en casi todo Centro y Sudamérica, y que se arrastra al llegar como inmigrante a este país: «El primer tema que tocamos es el de los sentimientos. Ahí vemos cómo nos debemos sentir orgullosas de ser hispanas y de nuestros valores. Además hablamos de violencia doméstica y de reconocer que si hay un conflicto, cómo podemos resolverlo. Igualmente aprendemos sobre la sexualidad ya que Omaha ocupa el número uno en la lista de lugares donde se registran más enfermedades transmitidas sexualmente, de ahí la importancia de que las mamás nos eduquemos».
Es por eso que para Ramona Mora, quien es madre de ocho hijos, cinco de ellos ya en la universidad, las enseñanzas obtenidas gracias a Mujeres y Valores han sido primordiales en su vida diaria: «Soy originaria de Jalisco y desde hace 14 años más o menos empecé a visitar el Centro Juan Diego y me sirvió mucho».
Dicho Centro pertenece a Catholic Charities donde se brindan servicios enfocados en las mujeres a través del Latinas Resource Center, en donde surgió el programa al cual Mora se integró como organizadora después de graduarse: «Yo llegaba a mi casa y compartía lo que aprendía con mi esposo aunque al principio él no le daba importancia porque pensaba que nada más se trataba de ir a convivir con las otras señoras. Pero poco a poco me fue poniendo más atención hasta que un día me dijo, ‘esto es magnifico y debería de ser para hombres también’. Y es verdad porque durante las clases hay mucho que decir, mucho que reflexionar y mucho que cambiar. Porque no se trata de decir ‘yo soy así’ y ya, al contrario, hay muchas cosas que debemos modificar para bien de la pareja y de los hijos».
Por su parte, Inocencia Falcón, quien nació en Guanajuato y lleva más de 40 años viviendo en Estados Unidos, considera que la comunicación como la que estableció Mora con su esposo, es fundamental para sacar a las familias adelante y es algo que se facilita con el programa: «Debemos hablar de todos los temas que se tocan en el curso, sobre todo porque nuestra juventud necesita recibir mucha información principalmente porque tenemos muchas enfermedades venéreas entre los más jóvenes. Ellos tienen que conocer los peligros que hay en la calle, como las drogas y la violencia».
Falcón es madre del Dr. Alberto Cervantes, conocido líder comunitario al lado de quien participa como voluntaria en muchos eventos de bienestar social: «Yo no tuve hijas pero tengo nietas y me preocupa que las jovencitas no caigan en chantajes, en situaciones como el bullying que ocasiona tantos suicidios. Por eso estoy en este programa donde estamos trabajando muy duro y donde cada vez aprendo más».
Mujeres y Valores tiene el apoyo de Heartland Family Services, agencia que ayuda en la solicitud de becas o fondos federales con los cuales se obtienen los recursos económicos para imprimir el material necesario para las clases. Sin embargo, no siempre ése dinero es suficiente, así que las organizadoras hacen ventas de comida y otras cosas para subsidiar los gastos del programa.
Si desea unirse a su grupo, comuníquese con Montelongo ya sea para hacer un donativo o bien, para registrarse en el próximo curso del otoño que probablemente inicie en septiembre, quizás en la Iglesia de San José (1723 South 17th St.).

Deja un comentario