Austin Ortega, jugador de último año de los Omaha Maverick conocido como “California Hot Sauce”, está terminando su camino en el hockey de hielo colegial sabiendo que está desafiando estereotipos.
Aunque él sobresalía en el deporte desde su juventud en su natal California, tener éxito en el nivel de élite amateur era otra cosa. Como latino de un Estado de clima cálido, él no encajaba en el molde del hockey de alto nivel.
Pero él en realidad es parte de un repunte en la costa oeste.
“Yo tengo un par de amigos de San Diego jugando hockey a nivel colegial. Uno puede ver a los chicos más jóvenes que llegarán a ser tan buenos. El juego está creciendo mucho ahí lo cual es muy emocionante. Esos equipos de la NHL (Ducks de Anaheim y los Kings de Los Ángeles) que han ganado la Copa Stanley están ayudando aún más,” dijo Ortega.
Él recientemente fue nombrado como el mejor contribuidor al hockey División I de California por Hockey America.
Aunque un tanto pequeño a 5’8 y con 175 libras de peso, él usa su rapidez, habilidad de patinaje, trabajo con el palo de hockey e instinto cerca de la red para siempre ser una amenaza a la ofensiva. Él comparte el record NCAA del mayor número de goles ganadores de juegos (23). Sus 67 goles y 131 puntos (hasta el 23 de febrero) es uno de los mejores de todos los tiempos de la escuela.
En el 2015 ayudó a Omaha a su única participación en el Frozen Four, ganando el honor del Jugador del Mes a nivel nacional. Desde entonces ha estado bajo consideración para el premio Hobey Baker como mejor jugador individual.
Ahora, a solamente unos meses de ir por una prueba como profesional, él posiblemente tenga que enfrentarse a quienes duden de su valor pero Dean Blais, entrenador principal, está seguro de que el jugador tiene lo que se requiere.
“Él está entre los tres o cuatro delanteros en los Estados Unidos de Norteamérica que todos observan. Es difícil anotar en la NHL y Austin tiene esa habilidad. Es un gran cazador. Después de que terminemos la temporada, Austin firmará un contrato en la NHL con el equipo que pueda darle una buena oportunidad.”
Ortega busca seguir los pasos del ex-Maverick Jake Guentzel. “Yo quiero llegar a la NHL. Esa es mi meta final. Yo creo que tengo una posibilidad. Obviamente depende de mí ética de trabajo y si continúo jugando bien. Depende de mí y de lo que haga para lograrlo. Yo necesito continuar mejorando todo mi juego en general.”
Si hay algo que el siente que tiene a su favor, “es mi drive”. Él está dedicado a trabar fuertemente para lograr alcanzar sus metas. Ortega dijo que él aprecia a Blais por “permitirme mejorar cada día y enseñarme lo indicado que me ayudará a ser mejor y llegar al siguiente nivel.”
Curiosamente, él tal vez jamás hubiera jugado hockey si no hubiera visto una vez una pista de hockey.
“Yo estaba asombrado cuando la vi. Yo no sabía que era. Yo simplemente sabía que quería jugar. En verdad me llamó la atención. Yo no comencé a jugar hockey de inmediato. Mis padres querían que aprendiera a patinar antes de comenzar con el hockey. Mis padres después me dijeron que cuando yo pedía jugar hockey ellos pensaron: ‘Es algo que se le olvidará y después pasará a algo más’. Pero yo continué pidiéndolo una y otra vez hasta que eventualmente accedieron.
“Después llegó a un punto en el que era o el hockey u otro deporte. Yo estaba jugando hockey, futbol soccer y beisbol. Tenía que escoger pues estaba llegando a ser demasiado por todo el tiempo que tenía que aplicar y terminé por escoger el hockey pues era mi deporte favorito. Además era en el que mejor jugaba.”
El continua platicándonos: “Mis entrenadores de hockey pensaban que yo podía llegar lejos y por eso querían que jugara en un equipo especial”. Y no ha parado desde entonces.
“La mayor diversión que he experimentado ha sido cuando juego hockey. Es un deporte físico de contacto que se juega sobre hielo y eso es cool. Es en general un deporte increíble.”
Esa decisión de especializarse y buscar jugar en la División I le llevó como adolescente a Colorado, Dakota del Norte e Iowa antes de terminar en Omaha. Sus padres, Frank y Tessie Ortega, apoyaron su sueño.
Y una vez que llegó ahí, él tuvo que probar nuevamente que podía hacerlo.
“Son jugadores mayores y es hockey universitario. Es difícil llegar aquí. Uno no puede saber lo que puede llegar a hacer pero yo quería continuar con el rol que había jugado antes de llegar aquí: anotar goles y ser una amenaza a la ofensiva.”
Ortega ha cumplido con el rol de anotador y ha llevado su juego a otro nivel. Hacerlo en un programa al alza con un gran apoyo de los fans es algo bueno.
“Especialmente jugando en este ambiente, frente a grandes multitudes, frente a mi familia y amigos. En verdad es muy cool y emocional.”
Durante sus primeros dos años Omaha realizaba sus juegos en casa en el Century Link mientras que durante los dos últimos años se han llevado a cabo en el Baxter Arena.
“Un increíble lugar para jugar.”
Él está disfrutando lo que queda de su carrera universitaria.
“Muchos tratan de apresurar el proceso y buscan llegar al hockey profesional lo más rápido posible. Pero no se dan cuenta de que estos son de los mejores momentos de la vida. A mí me gusta apreciar y absorberlo todo y tratar de desacelerar lo más que sea posible pues sé que muy pronto saldré de aquí.”
Los Mavs de Ortega cierran la programación de la temporada regular en casa el 3 y 4 de marzo contra Denver. Después de no haber llegado a la postemporada en el 2016, esta vez están poniendo su mira en la NCAA.

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