Luciendo un maquillaje impecable y vestida de negro de pies a cabeza, Lesly Gallardo se coloca unos guantes de látex para aplicar la anestesia en crema sobre las cejas de su clienta.
Después cubre la zona con dos pedazos de plástico, «porque el calor que se genera permite que la anestesia haga efecto más rápido», con lo cual el proceso de Micropigmentación será prácticamente indoloro.
Su clienta es una bella jovencita de nombre Rubí, quien se mira en el espejo y sonríe algo nerviosa. Ella previamente llenó los documentos necesarios en éste tipo de procedimientos estéticos y Gallardo le explicó detalladamente cómo realizará su tarea.
Está ansiosa por ver los resultados pues Rubí estudió cosmetología en Xenon Academy y se encuentra familiarizada con dicha técnica gracias a los videos y fotografías que revisó en las redes sociales: «Estoy muy emocionada y me siento segura de encontrarme en buenas manos».
Luego de un tiempo, la piel de la zona de las cejas de Rubí está adormecida, así que Gallardo retira las cubiertas transparentes y limpia el área para hacer la meticulosa medición del arco, el grosor y la longitud adecuada de cada ceja, una parte importantísima del rostro humano, llamada de forma poética, «el marco de los ojos».
«Esta carrera es muy hermosa – expresó Gallardo-, tengo ya casi cinco años realizando esto y la verdad es que cada día aprende uno más, tanto de clientes como del mismo trabajo que se realiza».
Apasionada por las tendencias que se modifican según las temporadas y sabiendo que «la moda y el maquillaje van de la mano y siempre cambian», Gallardo se especializó en ésta nueva opción de delineado de cejas al cual en inglés se le conoce como Microblading.
«Me gusta estar a la vanguardia, renovarme, buscar cosas nuevas tanto en productos como en técnicas. Aprender más y tomar cursos para brindar un mejor servicio», comentó la maquillista originaria de Sinaloa quien apenas hace unos meses orgullosamente inauguró su negocio en las calles 90 y L.
Lesly Makeup Studio fue decorado con buen gusto y acondicionado para la comodidad de quienes buscan mejorar su apariencia, ya sea a través de una sesión de maquillaje profesional o como Rubí, mediante la Micropigmentación.
«Este es un procedimiento que se realiza en aproximadamente una hora y media en total», enfatizó Gallardo quien después de dibujar y maquillar adecuadamente cada ceja según las facciones y el propio gusto de la jovencita, le ha pedido que se recueste en otra parte del estudio, para empezar a dibujar, «pelo por pelo», bajo la luz de una lámpara especial.  
Cubierta con un tapabocas Gallardo le coloca al bisturí una «especie de navajita esterilizada y desechable que consta de aproximadamente unas 12 agujas unidas», mismas que recibirán el pigmento en el tono escogido acorde con el color de la piel y el cabello de la chica, para en seguida proceder a dibujar las cejas.
A diferencia del tatuaje de cejas que se popularizó hace años, la Micropigmentación ofrece un acabado más natural por lo que representa una opción más viable no sólo para las mujeres, sino también para los hombres de todas las edades, que desean que sus cejas tengan un aspecto más agradable.
Al cabo de algunos minutos y tras detallar manualmente el dibujo de cada ceja dos veces, Rubí está lista para incorporarse y revisar el trabajo terminado.
«¡Me encantan!», dijo la joven mientras se observaba desde diferentes ángulos. Ahora únicamente será necesario seguir ciertas indicaciones como el no mojarse ésa área de las cejas, lo cual incluye no meterse a una alberca o asistir al gimnasio para no sudar copiosamente e igualmente, no asolearse.
«Las personas se deben hacer un retoque justamente al mes porque siempre el pigmento se deslava un poco, aunque depende del tipo de piel», enfatizó Gallardo mientras le aplica a Rubí un poco de crema tipo vaselina en la región de sus cejas, para evitar que le dé comezón y se rasque. La señorita aseguró que no sintió ninguna molestia y apenas si se llegó a ver alguna gota de sangre durante el proceso, de hecho, la irritación de la piel de alrededor es mínima, en contraste con el tatuado de la ceja que se acostumbraba anteriormente, el cual dejaba la piel hinchada por un tiempo considerable.
«Se deslava un poco el color y se hace un poquito más angosta», agregó Gallardo, por lo que tras el retoque en un mes, es recomendable uno más, «y después cada año o cada dos años si quieres tener tu ceja impecable».
Ahora Rubí podrá levantarse luciendo siempre unas cejas envidiables, lo cual le ahorrará tiempo en su arreglo personal y de igual manera, en su bolsillo, porque no tendrá que gastar en los cosméticos que usaba con regularidad para maquillar su ceja.
Esta es una alternativa más para causar ésa «buena primera impresión», que Gallardo aseguró que es la mejor carta de presentación que podemos ofrecer.

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