Este año México tendrá elecciones estatales y federales. El 1ro de julio los mexicanos elegirán Presidente, 500 representantes para la Cámara de Diputados y 128 Senadores. Los mexicanos también elegirán gobernadores en los Estados de Guanajuato, Jalisco, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México. Treinta de los treinta y dos Estados también renovarán sus congresos locales y habrá cientos de elecciones. A nivel nacional, más de tres mil candidatos estarán en las boletas electorales buscando ser elegidos.
Estas elecciones son las más grandes en toda la historia del país, además de ser las más competitivas, caras y complicadas en toda la historia de este país. De acuerdo con el INE (Instituto Federal Electoral), la agencia gubernamental a cargo de las elecciones, más de 87 millones de mexicanos en el país están registrados para votar. Los mexicanos que residen en los EE.UU. y en otras naciones pueden emitir su voto en las embajadas y consulados mexicanos. Se estima que más de medio millón de mexicanos que viven en los EE.UU. son elegibles para votar. Sin embargo, de acuerdo con los procesos legales, solamente 25,000 están registrados. Se espera que estos números crezcan al aumentar la transmisión de la información sobre las elecciones.
El candidato principal, Andrés Manuel López Obrador representando a MORENA (Movimiento de Renovación Nacional), PES (Partido Encuentro Nacional) y PT (Partido del Trabajo), candidato presidencial en el 2012 y antes de ello fue Presidente Municipal de la Ciudad de México, es considerado de izquierda y ha sido denominado como un líder populista. Al perder la carrera para la presidencia en el 2012, argumentó fraude y una campaña sucia en su contra. En esta ocasión, las propuestas de López Obrador incluyen planes viejos y planes nuevos. Entre estos encontramos el acceso público y gratuito a las universidades públicas y el apoyo financiero para los adultos mayores y para las personas con discapacidad. Algo importante para el nacionalismo mexicano es su reconsideración sobre la privatización del sector energético, lo cual significa que PEMEX regrese a estar bajo el control del Estado Mexicano. López Obrador quiere enviar a los militares, que actualmente patrullan las calles de México, de vuelta a los cuarteles militares. Considerando la renegociación del TLCAN, él tiene la intención de esperar hasta después de las elecciones. La que probablemente es la propuesta más controversial de López Obrador es una consideración para dialogar con los líderes de los cárteles de drogas. Además de todo eso, MORENA ha dejado perplejo a más de uno con la adición del PES a su coalición de izquierda. El PES es una organización con bases cristianas, pro familia, anti-gay y anti-aborto. Estas son cuestiones que no son apoyadas ni por MORENA ni por el PT.
El candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional), el partido actualmente en el poder, es José Antonio Meade. Él fue Secretario de Hacienda en el actual gabinete de Enrique Peña Nieto y no tiene experiencia como oficial electo. El PRI se ha aliado con el PVEM (Partido Verde Ecologista Mexicano) y con el PANAL (Partido Nueva Alianza).  La plataforma de Meade no ofrece nada original. Él promete renovar la batalla contra la violencia generada por los carteles de drogas, poner fin a la corrupción, disminuir la pobreza y la desigualdad social y restaurar la confianza en las instituciones políticas. En cuanto a la economía, Meade argumenta que él fortalecerá y expandirá las reformas económicas de la actual administración. Resultó algo polémico para su candidatura la alianza con el PANAL. Este partido fue creado por Elba Esther Gordillo, la corrupta líder convicta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario. La aceptación del PANAL en la coalición de Meade ha levantado críticas al compromiso del PRI de acabar con la deshonestidad y el robo.
Ricardo Anaya lidera la tercera fuerza política en contienda en las elecciones. Él dirige la alianza México al Frente. Los partidos políticos detrás de esta alianza son el PAN (Partido Acción Nacional), el PRD (Partido de la Revolución Democrática) y el MC (Movimiento Ciudadano). Esta alianza incorpora partidos políticos de derecha, izquierda y del centro del espectro político. El PAN, partido conservador, estuvo en el poder entre los años de 2000 al 2012. Es el partido que, en el 2006, bajo el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, declaró la guerra contra las drogas. El conflicto, liderado por las fuerzas militares, es considerado un fracaso total pues ha ocasionado miles de muertes, de personas mutiladas, desplazadas, desaparecidas y de un gran número de niños que terminaron huérfanos. El PRD, partido creado en 1989, en su momento prometió elecciones limpias, reformas económicas y poner fin a la pobreza, pero la corrupción en el PRD le volvió tan deshonesto como sus rivales políticos. Uno de los eventos más reprochables en la historia del país sucedió bajo el liderazgo del PRD en el Estado de Guerrero: el secuestro y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural en Ayotzinapa en el 2014. Hasta la fecha, no se ha tenido una respuesta por parte del gobierno que sea satisfactoria pues los estudiantes todavía no aparecen y no ha habido justicia. Otro aliado que presenta un reto es el MC. El partido fue creado de forma oficial en 1996 y se auto-describe como una organización democrática-social para la defensa de los derechos humanos y la participación ciudadana en el proceso democrático. Este partido se considera de centro-derecha.
También hay 86 candidatos independientes para las elecciones del 2018. Los más notorios entre estos son Margarita Zavala, esposa del antes Presidente Felipe Calderón Hinojosa del PAN, así como Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, quien pidió licencia de su cargo como Gobernador del Estado de Nuevo León para competir por el cargo. Entre los candidatos que buscan un puesto en el Senado, por Sinaloa encontramos al empresario Manuel Clouthier Carrillo y a Pedro Kumamoto de Jalisco. Kumamoto ganó un puesto en la Cámara de Diputados en su Estado de Jalisco durante las elecciones de medio término en el 2015. “Kuma”, como se le conoce, tenía 25 años de edad cuando ganó su puesto y nunca había sido miembro de algún partido político. La campaña se llevó a cabo prácticamente en su totalidad a través de las redes sociales con un bajo presupuesto para ello y sin estar conectado a algún partido político o a alguna coalición.
Otro candidato que resalta entre los independientes que buscan la Presidencia es  María de Jesús Patricio Martínez. Ella tiene 54 años de edad y es candidata por el  EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), el grupo insurgente en Chiapas que se alzó en maras en 1994, y del CNI (Consejo Nacional Indígena).  María de Jesús, conocida popularmente como Marichuy, es una curandera Náhuatl, sanadora y activista de Tuxpan, Jalisco. En 1992, ella comenzó con un espacio para consultar a las personas de la localidad y de las comunidades aledañas con remedios domésticos. Cinco años después, su práctica fue reconocida ampliamente a nivel local y regional, atrayendo la atención de los practicantes de medicina indígena de la Universidad de Guadalajara. En 1997, la institución se asoció con Marichuy para ofrecer su atención médica tradicional (herbología, homeopatía e iridología), en combinación con cuidados médicos occidentales. Además de atender pacientes, la iniciativa abrió una escuela. En esta, maestros y practicantes de medicina tradicional bilingües ofrecen clases en idioma Náhuatl, así como remedios de herbología y remedios caseros. Los maestros documentan las medicinas, hierbas, plantas, preparaciones y terapias que proporcionan. Al mismo tiempo, mantienen un registro oral en Náhuatl y en español de las memorias de la comunidad que posteriormente son traducidos para los archivos textuales. Durante gran parte de su vida Marichuy ha estado active en la defensa de los derechos de los nativos. Ella representa a 11 millones de mexicanos de 68 grupos indígenas distribuidos por todo el país.
El considerable número de candidatos independientes refleja, entre otras cosas, la desconfianza de los ciudadanos en los partidos políticos y las instituciones. Las encuestas recientes colocan a López Obrador al frente con un 34% de las preferencias de los votantes. En segundo lugar se ubica Anaya con el 23%, mientras que Meade está en tercer lugar con un 19%. Peña Nieto cuenta con la más baja calificación de aprobación en toda la historia desde que fueron adoptadas esas calificaciones en la política mexicana, además de existir una gran desconfianza hacia el PRI y el PAN. Este desencanto con el gobierno, hacia las elecciones, así como el incremento en los crímenes violentos, es algo que pesa profundamente sobre los votantes mexicanos.

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