Spohn considera que JDAI “ha tenido menos éxito en mantener a algunos jóvenes de riesgo bajo y medio fuera de la detención, pues ese es todo el punto. Probablemente todavía tenemos jóvenes que terminan en detención y que no deberían estar ahí”.
«Es muy importante que dejemos el encarcelamiento para los niños que nos asustan y no para los niños que nos hacen enojar o nos irritan”, dijo Summers. “Esto puede ser muy dañino, en especial para los jóvenes de bajo riesgo”.
“La tasa de éxito es mucho mejor si están en el hogar con sus familias. También reduce los costos”, dijo Pannkuk.
«Usar los fondos para la prevención y la intervención en lugar de obra el castigo y la detención, la cual es extremadamente cara, sería una forma más inteligente de gastar los dólares que tenemos”, dijo Spohn.
Stennis-Williams, a través del programa de penas alternativas que ella administra, ha sido testigo de las consecuencias.
«Cuando veo a los niños que llegan a mi programa, veo las fallas del sistema. Cuando voy a la Nebraska Correctional Youth Facility, yo veo el resultado de esa falla”.
La equidad es fundamental.
«A cada joven se le debería de dar una oportunidad. No debe ser por en dónde viven o el color de si piel o si es o no pobre”, dijo LeFlore.
Stennis-Williams y LeFlore quieren más diversidad entre los profesionales de justicia juvenil.
«Un equipo de trabajo diverso te permite aprender sobre lo hermosa que es la diversidad, así como comprender los problemas y cuestiones culturales”, dijo Stennis-Williams.
Ella y LeFlore también defienden que las familias en el sistema anterior y el sistema actual sean escuchadas y tengan más peso. “Aquellos más cercanos al problema son los más cercanos a la solución”, nos dijo LeFlore. “Tenemos que crear un ambiente realmente inclusivo que esté abierto a escuchar sobre las frustraciones que pasan las personas”.
“No se pueden cambiar los sistemas sin la participación y acción de la comunidad y sin que las personas se siente para hablar de forma honesta”, dijo Summers.
Pannkuk dijo que OYS busca ir hacia “un servicio con base en el cliente y no sobre un enfoque guiado por el sistema”.
Aunque los estatutos requieren que a los jóvenes en el Condado de Douglas se les proporcione asesoría legal Summers dijo que en gran parte de Nebraska “pueden existir diferencias considerables en el acceso que tienen los niños a este derecho constitucional a un defensor”.
LeFlore dijo que cuando no tienen asesoría legal, los jóvenes y las familias usualmente no tienen la habilidad para tomar decisiones informadas.
Cuando ocurre una reforma, menciona Spohn, hay un efecto en cascada.
”No es como si un cambio en un nivel de justicia juvenil no impacta los demás niveles. Todos estos sistemas están interconectados. Cualquier progreso en una parte puede parecer como un paso hacia atrás en otra parte pues los chicos no desaparecen sino que son tratados por diferentes etapas del sistema”.
“Han habido algunos pequeños logros pero no lo suficiente como para tener el impacto que necesitamos para reformar nuestro sistema”, dijo Stennis-Williams. “Estos niños y sus familias están sufriendo. Es momento de que el Condado de Douglas actúe y empuje la reforma en justicia juvenil”.
Ella quiere que el condado “cree una oficina de defensa pública que revise las estadísticas y trabaje pata ver qué está ocasionando las cosas y entonces realizar recomendaciones”.
Anne Hobbs del Juvenile Justice Center dijo que se ha progresado, pero que “es difícil verlo pues estamos a la mitad del camino”. Ella dijo que tener las mejores prácticas uniformes permitiría tener un mayor proceso.
«Hay muchos modelos y programas de penas alternativas y cada fiscal del condado los administra de una forma un poco diferente. Es necesario que todos los programas usen las mismas definiciones, acuerden la misma terminología y entonces ingresen los datos en un sistema, para de esa forma obtener resultados en todo el Estado sobre los mismos tipos de programas”.
Su centro construyó, junto con la Nebraska Crime Commission, un sistema de evaluación a nivel estatal que justamente hace eso.
«Ahora podemos evaluar todos esos programas en todo el Estado usando el mismo mecanismo de calificación. Como Estado, ahora estamos contando las cosas de la misma forma y, por más absurdo que suene, en el Condado de Douglas ahora hay un acuerdo sobre ciertas categorías de raza y etnia”.
Spohn es cautelosamente optimista, pero no acepta la naturaleza local y aislada que le hace resistirse a un cambio más amplio.  
«Algo que requiere de mucho trabajo es lograr que las personas escuchen y aprendan en lugar de refutar”, dijo Pannkuk. “La gran frustración es la complejidad del sistema. Hay diversas grandes entidades tratando de encontrar la mejor forma de servir la singularidad de una persona. Pero lo están intentando – pero todos lo están intentando”.
 
Lea más del trabajo de Leo Adam Biga en  leoadambiga.com.

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