Por mucho tiempo David Catalán había buscado un lugar al que llamar hogar antes de encontrarlo en Omaha hace cuatro décadas.
Nació en San Diego, California y creció en Arizona. El antes ejecutivo comercial y ahora consultor ha servido en los consejos de muchas organizaciones sin fines de lucro. Es difícil imaginar a este sofisticado individuo, quien es tan diestro en los círculos corporativos y de arte, en su momento trabajando en los campos con sus padres inmigrantes. También sorprende que alguien tan participativo en las cuestiones de la comunidad en un momento viviera una vida sin echar raíces.
«Toda mi vida yo había sido como un gitano. Yo era así pues viajaba de lugar en lugar sin tener un hogar fijo hasta que llegué a Omaha con Union Pacific en 1980. Yo escogí quedarme aún después de dejar a Union Pacific pues aquí me sentí como en mi hogar y todavía me siento así después de todos esos años de estar por todos lados”.
Vagabundo, un libro con sus versos de estilo libre, describe sus vivencias.
Catalán, hoy de 76 años de edad, creció en un barrio en Tucson inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Su padre trabajó en las minas de cobre. Cuando Catalán tenía alrededor de 13 años, su familia comenzó a pasar por el circuito de migrantes trabajadores, saliendo cada primavera-verano para California para recoger tomates, higos, duraznos y uvas, regresando a casa durante el otoño-invierno.
«Yo sentí que no quería quedarme atorado en ese tipo de destino”, comenta. “Tal vez escapar es una palabra demasiado dura, pero si quería hacer las cosas diferentemente yo tenía que alejarme de ese ambiente, por lo que me fui a vivir con una hermana al área de Merced (California)”.
El terminó de estudiar ahí y recibió una beca de UCLA.
«Yo era el único de mi familia que completó la preparatoria y ni qué decir de la universidad”.
Él se había enamorado de los libros desde tiempo atrás.
«Eso me llevo a darme cuenta de que había más cosas que yo podía lograr”.
Estando en UCLA, un reclutador del Ejército de los EE.UU. presintió sus ansias por viajar y le convenció de enlistarse. Él sirvió en Alemania y Francia. Estuvo dos años en París, donde una pareja estadounidense le introdujo a las artes.
«Fue un gran despertar para mí”, nos dijo.
De vuelta en los EE.UU., él se asentó en Salt Lake City, en donde estuvo casado por un corto tiempo. Después entró a Union Pacific, quien pagó por sus estudios de MBA en la Universidad Pepperdine. Después United Pacific le transfirió de Los Ángeles a Omaha.
«Yo nunca había llegado a conocer a mis vecinos, a ser parte de una comunidad en cuanto a escuelas y experiencias, por lo que siento que me perdí de todo eso al no tener esa identidad sobre el lugar y la comunidad. Cuando llegué a Omaha me encantó y United Pacific en verdad fomentaba que sus empleados participaran en servicio comunitario.
«El realizar servicio comunitario, el ser parte de los consejos de organizaciones sin fines de lucro, eso se convirtió en una identidad”.
Después de una jubilación anticipada, él trabajó en el Metropolitan Community College, en el gabinete del Alcalde Hal Daub y como Director Ejecutivo del Omaha Press Club y la organización sin fines de lucro Association of the Midlands.
«Me lancé de lleno hacia el mundo de las organizaciones sin fines de lucro”.
Él ha servido en los consejos de la Opera de Omaha, de la Sinfonía de Omaha y del Consejo de las Artes de Nebraska.
Él co-fundó SNAP! Productions, una pequeña pero poderosa compañía teatral originalmente formada para apoyar el Proyecto Nebrask AIDS.
«Omaha fue el primer lugar en donde yo experimenté de la muerte de algunos amigos por sida y eso para mí fue una revelación. Eso me puso a trabajar para hacer algo para recaudar fondos”.
SNAP! surgió de ese trabajo.
«Yo fui el productor de casi todas las producciones de las primeras temporadas. La base del público de SNAP! es una parte muy comprensiva de la comunidad. Fue muy gratificante. Ha tenido mucho éxito”.
Su interés le llevo al Sur de Omaha en donde ayudó a fundar El Museo Latino. Recientemente él ayudó a que el Museo del Sur de Omaha comenzara sus labores. Él también ha fungido como Presidente de la South Omaha Business Association.
«Yo me involucré mucho en el desarrollo económico”.
Él escribió y publicó Rule of Thumb: A Guide to Small Business Marketing (Una guía para el marketing de las pequeñas empresas).
Se encuentra muy orgulloso tanto de SNAP! como de El Museo Latino, en donde la visión de Magdalena García considera “es igual de fuerte y continúa sirviendo a la comunidad”.
Cada vez que él se involucra, nos dice, “no es algo planeado – la necesidad surge y yo estoy ahí dispuesto a ayudar para hacer que suceda”.
«Hacer todo este trabajo me ayuda a sentirme parte de una comunidad dinámica. Eso es lo que en verdad me impulsa, me motiva y me hace sentir muy positivo”, nos dice.
Él ahora está involucrado en un nuevo proyecto para construir un destino emblemático de 300 pies de altura en Nebraska llamado la “Tower of Courage” (Torre del Valor) en la intersección de la 13va y la I-80 frente al Zoológico Henry Doorly.
«Estamos en el proceso de intentar adquirir el terreno. Será un lugar para exhibiciones de cultura e historia con un enfoque en la rica historia cultural e histórica de Nebraska y la región”.
Mientras tanto Catalán cuenta con su propia firma de consultoría desde donde se ayuda a sus clientes en organizaciones sin fines de lucro y a los pequeños negocios con planeación estratégica y solicitudes de subvenciones.
Él también es muy activo en el Club de los Optimistas.
«He vivido una vida plena. He conocido a personas maravillosas. Yo puedo navegar en muchas comunidades debido al trabajo que he hecho y a las personas que he conocido”.
Él está investigando para lo que podría ser su tercer libro: unir la historia de un pionero sacerdote jesuita del mimo pueblo natal en Sonora en donde nació la madre de Catalán y cerca de donde era su padre, con la de las tribus indias del área y su propia familia.
El viajará este invierno a Sonora, no para escapar de sus raíces sino para descubrir más sobre ellas.
Catalán ha escrito sobre su familia en Vagabundo y en los poemas publicados en la revista literaria Fine Lines.
«Yo pienso que estoy creando un espacio de David Catalán propio que nunca tuve cuando me estaba criando”.
Lea más del trabajo de Leo Adam Biga en leoadambiga.com.