El círculo se ha completado para el dúo de entrenadores padre e hijo.
El entrenador principal Bruce Chubick I guió el año pasado a Omaha South High a su primer título estatal Clase A en baloncesto en un cuarto de siglo con la ayuda de Bruce Chubick II como su asistente. Hace treinta años el padre fungió como entrenador del hijo en el título estatal obtenido por Atkinson-West Holt en la Clase C-1. El hijo de 6’7, considerado como uno de los mejores aleros escolares a nivel estatal de toda la historia, jugó cuatro temporadas en Nebraska y ocho más a nivel profesional. 
Hoy los Chubick entrenan a Aguek Arop, un estudiante de último año de 6’6 de quien consideran tiene un gran futuro por delante. En sus más de 40 años en esto, Chubick I puede contar en una sola mano a sus jugadores de élite. Desde el 2013 él ha contado con uno a su lado en la banca y con otro en la cancha. Justo como Bruce Jr. persiguió sus sueños de baloncesto, Arop, quien estaba comprometido con Nebraska, puede bien salir a una escuela preparatoria para eventualmente buscar jugar en la División I o de forma profesional.

Hoy los Chubick entrenan a Aguek Arop, un estudiante de último año de 6’6 de quien consideran tiene un gran futuro por delante. En sus más de 40 años en esto, Chubick I puede contar en una sola mano a sus jugadores de élite. Desde el 2013 él ha contado con uno a su lado en la banca y con otro en la cancha. Justo como Bruce Jr. persiguió sus sueños de baloncesto, Arop, quien estaba comprometido con Nebraska, puede bien salir a una escuela preparatoria para eventualmente buscar jugar en la División I o de forma profesional.
Pero primero esperan llegar a Lincoln para otra oportunidad de ganar el título estatal.
El “Pequeño” Bruce creció cerca del basquetbol. “Desde un inicio supimos que él era especial”, comentó su padre. Antes de que el joven jugase para su padre, los dos hicieron un pacto. “Nos pusimos de acuerdo en que cuando él estaba en la cancha solamente era otro jugador y yo solamente era otro entrenador, además de que fuera de la cancha no habría ninguna crítica sobre lo que pasare durante las prácticas o los partidos”.
“De hecho, él probablemente era más estricto conmigo que con los demás jugadores”, dijo Chubick II. “Pero yo sabía cuál era la razón: el esperaba más de mí. Yo había jugado durante más tiempo. Había días en los que no me gustaba lo que él me decía, pero yo entendía la razón”.
Trabajar juntos como entrenadores es algo especial.
“¿Cuántas personas pueden decir que tuvieron la oportunidad de trabajar como entrenador junto con su papá? Eso es algo muy bueno. Se han acercado a mi otras escuelas para ofrecerme que sea entrenador allá, pero yo contesto: ‘Hice una promesa a mi padre que hasta que él termine seguiré aquí’. Nuestras filosofías coinciden. Él escucha y siempre está atento a todo. Con su experiencia él ve muchas más cosas que yo. Él tiene mucho conocimiento”.
A sus 65 años de edad, Chubick I es el entrenador de mayor edad en el área metropolitana. Aún después de sobrevivir a un ataque al corazón y ganarlo todo, él regresó este año pues prometió a Arop, su jugador estrella, que él estaría ahí para guiarle en su carrera durante la escuela secundaria.
Y para nada hay que pensar que Chubick padre sea demasiado viejo.
“Lo que él está enseñando todavía funciona. Él adaptó su estilo para adecuarlo a la época actual”, dijo el hijo, quien debe recordar a su padre que se tome las cosas con calma.
“Hay veces en las que él tiene que actuar y ser más duro y yo tengo que decirle, ‘Creo que es momento de desacelerar un poco pues yo no quiero probar mis habilidades de CPR en este momento’. Pero él está bien. El estrés es algo que me preocupa. Por suerte nosotros los entrenadores asistentes ayudamos a reducir algo de eso. He sumado más responsabilidades.»
Además, al ser South High un equipo que cada año es contendiente al título, no es momento de retirarse.
El “Pequeño” Bruce creció cerca del basquetbol. “Desde un inicio supimos que él era especial”, comentó su padre. Antes de que el joven jugase para su padre, los dos hicieron un pacto. “Nos pusimos de acuerdo en que cuando él estaba en la cancha solamente era otro jugador y yo solamente era otro entrenador, además de que fuera de la cancha no habría ninguna crítica sobre lo que pasare durante las prácticas o los partidos”.
“De hecho, él probablemente era más estricto conmigo que con los demás jugadores”, dijo Chubick II. “Pero yo sabía cuál era la razón: el esperaba más de mí. Yo había jugado durante más tiempo. Había días en los que no me gustaba lo que él me decía, pero yo entendía la razón”.
Trabajar juntos como entrenadores es algo especial.
“¿Cuántas personas pueden decir que tuvieron la oportunidad de trabajar como entrenador junto con su papá? Eso es algo muy bueno. Se han acercado a mi otras escuelas para ofrecerme que sea entrenador allá, pero yo contesto: ‘Hice una promesa a mi padre que hasta que él termine seguiré aquí’. Nuestras filosofías coinciden. Él escucha y siempre está atento a todo. Con su experiencia él ve muchas más cosas que yo. Él tiene mucho conocimiento”.
A sus 65 años de edad, Chubick I es el entrenador de mayor edad en el área metropolitana. Aún después de sobrevivir a un ataque al corazón y ganarlo todo, él regresó este año pues prometió a Arop, su jugador estrella, que él estaría ahí para guiarle en su carrera durante la escuela secundaria.
Y para nada hay que pensar que Chubick padre sea demasiado viejo.
“Lo que él está enseñando todavía funciona. Él adaptó su estilo para adecuarlo a la época actual”, dijo el hijo, quien debe recordar a su padre que se tome las cosas con calma.
“Hay veces en las que él tiene que actuar y ser más duro y yo tengo que decirle, ‘Creo que es momento de desacelerar un poco pues yo no quiero probar mis habilidades de CPR en este momento’. Pero él está bien. El estrés es algo que me preocupa. Por suerte nosotros los entrenadores asistentes ayudamos a reducir algo de eso. He sumado más responsabilidades.»
Además, al ser South High un equipo que cada año es contendiente al título, no es momento de retirarse.
“Hemos construido algo bueno aquí y es divertido ver como se dan las cosas. Él pensó en retirarse hace unos cuantos años. Él dijo: ‘Si me detengo, ¿qué haré?’ Y yo le dije: ‘Exacto. Mientras tu sientas que tienes algo que brindar a la escuela y tengas la energía y salud para hacerlo, ¿por qué detenerte?’ Él se ha ganado el derecho de poder quedarse aquí hasta que sienta que ya no puede o ya no quiere hacerlo.»
Chubick I nos lo confirma: “Todavía me gusta estar cerca de estos chicos”.
Mientras tanto Arop, un jugador que ambos admiran y quien todavía es el actual Jugador del Año en Nebraska, además de prácticamente estar en el 1er equipo de todo el Estado, ha trabajado más fuerte para cubrir las ausencias de los alumnos que se graduaron.
“Él ha sido muy paciente con pasar de estar en uno de los mejores equipos a nivel estatal de toda la historia a jugar con algunos chicos que no cuentan con tanta experiencia”, dijo Chubick. “Si yo estuviera en su posición, yo creo que hubiera estado presionando a los demás. Él no es así.»
A pesar de que a su estrella le faltan más jugadores de gran nivel como los del equipo de la temporada pasada que terminó con record de 28-1, el entrenador principal dijo que su equipo encontró el ritmo después del receso a mitad de temporada.
“Han mejorado. Yo dije al principio de año que si ganábamos 14 o 15 partidos y llegábamos a Lincoln sería un buen año. Estamos en eso. Creo que lo lograremos.»
Si lo logran, los Packers llegarán tan lejos como el tímido Arop los lleve.
“Yo pienso que él sabe que si no actúa no podremos alcanzar nuestro potencial”, dijo Chubick. “Él tiene que mostrar su liderazgo. No todas las cosas no se pueden solucionar desde la banca.»
Chubick II considera que a Arop le irá bien después de su paso por South High. Varias universidades le están observando.
“Su ética de trabajo es genial. En cuanto a habilidades, él está por encima del nivel que yo tenía, de eso no hay duda. Él todavía no alcanza su límite.»
Chubick I ve a un jugador “cortado de la misma tela” que su hijo.
Chubick I nos lo confirma: “Todavía me gusta estar cerca de estos chicos”.
Mientras tanto Arop, un jugador que ambos admiran y quien todavía es el actual Jugador del Año en Nebraska, además de prácticamente estar en el 1er equipo de todo el Estado, ha trabajado más fuerte para cubrir las ausencias de los alumnos que se graduaron.
“Él ha sido muy paciente con pasar de estar en uno de los mejores equipos a nivel estatal de toda la historia a jugar con algunos chicos que no cuentan con tanta experiencia”, dijo Chubick. “Si yo estuviera en su posición, yo creo que hubiera estado presionando a los demás. Él no es así.»
A pesar de que a su estrella le faltan más jugadores de gran nivel como los del equipo de la temporada pasada que terminó con record de 28-1, el entrenador principal dijo que su equipo encontró el ritmo después del receso a mitad de temporada.
“Han mejorado. Yo dije al principio de año que si ganábamos 14 o 15 partidos y llegábamos a Lincoln sería un buen año. Estamos en eso. Creo que lo lograremos.»
Si lo logran, los Packers llegarán tan lejos como el tímido Arop los lleve.
“Yo pienso que él sabe que si no actúa no podremos alcanzar nuestro potencial”, dijo Chubick. “Él tiene que mostrar su liderazgo. No todas las cosas no se pueden solucionar desde la banca.»
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“Su ética de trabajo es genial. En cuanto a habilidades, él está por encima del nivel que yo tenía, de eso no hay duda. Él todavía no alcanza su límite.»
Chubick I ve a un jugador “cortado de la misma tela” que su hijo.
“Yo no sé si Aguek puede ser tan rudo, pero sí tiene el mismo empuje. Su motor siempre corre a tope. Él juega en ambos extremos de la cancha. Es un jugador de equipo. Aguek es un ganador.”
Se requiere de dos para reconocer a uno.
Lea más del trabajo de Leo Adam Biga en leoadambiga.com.
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