Por Julia Pospishil
Bienvenidos al día 40 de mi “crisálida” conocida como cuarentena. Voy a explicarles un poco de mi transformación. En mi vida normal soy una mamá, escritora y maestra con mi propio negocio “Spanish Chat Company.” He viajado y trabajado en 17 países hispanohablantes y tengo amigos alrededor de nuestro mundo.
Pero en este momento mi vida parece una película de aventura con el botón en pausa. Como una oruga estoy en mi momento de crisálida encerrada en mi casa con mi esposo y mis dos hijos. El 13 de marzo nuestras vidas han cambiado de repente y casi no hemos salido del hogar desde entonces.
Hace 40 días borré todo nuestro horario lleno de actividades. En lugar de ser choferesa o taxista de mis hijos, ahora mi carro está estacionado en nuestro garaje. Con menos gente viajando, nuestra tierra puede también tener una pausa para respira mejor con aire más fresco y menos contaminado.
Doy gracias por este tiempo dentro de este ojo del huracán. Puedo encontrar las cosas verdaderas que me hacen feliz. Busco oportunidades nuevas desde mi casa. En vez de abrazar a mis amigos y parientes, ahora les saludo a través de la computadora. Mis clases de español e inglés están también en pausa esperando que se reanuden otra vez.
Entonces, por primera vez en mi vida tengo muchas opciones para llenar mi día. Ahora tengo tiempo para pintar junto a mi hermana en California a través de una computadora, escuchar a gente famosa en vivo, escribir cartas con mis sobrinas, practicar ejercicios de la relajación y aprender nuevas recetas.
A veces lloro un poquito y echo de menos de mi vida normal. Pero yo sé que después de esta etapa en mi vida voy a salir diferente. Espero transformarme a una mariposa hermosa.
Hasta pronto. Un abrazo virtual y una gran sonrisa.