Un pianista de concierto altamente aclamado quien ha viajado por todo el mundo debuta este mes con la Sinfónica de Omaha. Él ha estado viviendo entre nosotros por casi dos años, pero este será su primer concierto público. ¿Por qué le tomó tanto tiempo? Porque ha estado excepcionalmente ocupado con sus responsabilidades como director de la Escuela de Música de la Universidad de Nebraska en Omaha.
Su nombre es Washington García, quien tendrá su solo con el 20mo Concierto de Piano de Mozart durante la apertura de la serie Symphony Joslyn de esta temporada. “Me encanta la pureza y claridad de la música, la combinación de tristeza, alegría y un sentimiento de triunfo”, comenta el vivaz ciudadano de los EE.UU. nacido en Ecuador. Él también se deleitó en poder compartir el escenario con “la maravillosa Sinfónica de Omaha”, pues ha sido admirador de Thomas Wilkins desde hace tiempo.
En cuanto a la elección de la pieza, ya era parte del repertorio de García cuando llegó por primera vez a la ciudad y conoció a David Scott, el director de ventas local de Embassy Suites sales. “Cuando me quedé ahí, David me dijo que a él le encantaba la música y que era miembro de un coro. Después nos volvimos amigos. Poco después de eso yo visité su casa y toqué algo de ‘The Moonlight Sonata’ en su piano pues él es un gran fan de Beethoven”.
Esa conexión, considera García, es emblemática de porqué le encanta estar en Omaha. “Hay tantas cosas buenas que suceden aquí que llegan a personas que están más allá del campus”. Él menciona como Embassy Suites proporciona alojamiento para los artistas que visitan, de los cuales hay muchos, tales como los pianistas Jason Kwak de Corea del Sur, quien visita este mes, y Enrico Elis de Italia, quien estará de visita el próximo mes. También están el percusionista She-E Wu y el Zodiac Trío de China, la violinista Liza Ferschtman de Dutch, así como la flautista Carol Wincenc quien se presentó aquí en septiembre.
Cuando escogió ser parte de la vida musical en Omaha desde enero de 2016, García dijo que parte de la razón fue el ser impresionado por el sentido de participación comunitaria en un nivel que jamás había visto. “Es un mensaje fuerte que la universidad y la comunidad sean tan cercanas”. Él cita un ejemplo del entusiasmo por la sinfónica, Opera Omaha, Ballet Nebraska y la Omaha Chamber Music Society.
García busca enfatizar el sentido de comunidad con todo el mundo, tales como los lazos con artistas visitantes que se mencionaron arriba. Él además busca expresar las conexiones globales, destacado por la International Concert Series que él estableció en abril del año pasado.
El concepto enfatiza que la música es apreciada y entendida a través de las fronteras políticas y lingüísticas. Ejemplo de ello es un concierto el día 12 de este mes. En la Serie Rising Stars, Studium Chorus, un reconocido ensamble coral mixto de la Universidad Šiauliai de Lituania, se presentó en el escenario con miembros de la Omaha Area Youth Orchestra, estudiantes del Conservatorio de Música de Omaha y de U.N.O. Šiauliai, por cierto, es una ciudad hermana de Omaha.
Por ejemplo, posteriormente en este año, García se presentará en China. Los estudiantes de la Escuela de Música también han estado ahí, así como en Japón y Letonia junto con Lituania. La escuela desde entonces ha visto un aumento en el registro de músicos chinos.
García considera que sus pupilos y todos los estudiantes deben ampliar el rango de sus experiencias. “Viajar es uno de los más grandes regalos que puede recibir alguien. Ayuda a expandir sus horizontes y les permite tener un vistazo del mundo”. Él aprecia que conectar con y ajustarse a las diversas ideas, culturas y e idiomas son grandes experiencias, incluyendo para él mismo. “Yo usualmente enseño a las personas que han sido educadas en formas diferentes y tengo que entender su forma de pensar”.
En cuanto a su propia carrera como intérprete, él ha estado menos activo desde que se hizo cargo de la Escuela de Música, participando en conciertos que encajan con sus agendas administrativas y de enseñanza. “Ahora yo escojo cuándo y dónde en base a cuánto tiempo puedo usar para prepararme. Estoy tocando y me da mucho gusto que la universidad apoya eso”. A sus 40 años de edad, él reflexiona sobre los 32 años que ha pasado practicando y presentándose, así como en los 15 años que ha pasado enseñando. Su primer concierto público fue a los siete años de edad en beneficio de niños ecuatorianos discapacitados.
García se encuentra especialmente complacido con las cosas nuevas que están pasando en la escuela, tales como su todavía en proceso expansión física, lo cual considera es un reflejo de cómo ha crecido su rol en esta comunidad. Hay mucha construcción en proceso, lo cual García considera como simbólico del énfasis en el valor de la música, en especial la expansión del Centro Strauss de Artes Interpretativas. Para finales del próximo año, varios miles de metros cuadrados de construcción contendrán, entre otras cosas, espacios para presentaciones con mejor acústica y con mejor acomodo para el público. Él también está emocionado por el nuevo gran piano Steinway para conciertos que acaba de ser donado por miembros de la comunidad.
García quiere aclarar que en cuanto a su vida en la música, ahora está esencialmente dedicado a expandir los horizontes de los artistas jóvenes. “Yo he tenido la fortuna de ahora estar en un lugar en el que puedo hacer una diferencia, con los recursos para ayudar a las generaciones de jóvenes artistas en un ambiente inspirador. He sido bendecido. Dios me ha dado un increíble regalo… música para crear y para compartir”.