Al cumplirse un Aniversario más de las apariciones de la Virgen María de Guadalupe, católicos de Omaha se unen al resto del mundo para venerar y rendir tributo a la guadalupana, visitando de forma especial las diversas iglesias donde se exhibe su imagen.
«La Virgen ha sido muy bella conmigo y me ha colmado de bendiciones y milagros,” dijo Ana González, quien planea llegar a las 3 de la mañana para ofrecer champurrado al final de la celebración en la iglesia de San Pedro.
Y es que se espera que miles de personas devotas a la Virgen Morena llenen las Iglesia para entonar las tradicionales mañanitas.
Cabe mencionar que en México se canta una melodía llamada Las Mañanitas, para los que cumplen años. Sin embargo, la tradición es cantarle también a una mujer amada, a una esposa o a una madre. Muchas veces se le comienza a cantar en las horas previas a la media noche, y se sigue cantando en las primeras horas de la fecha de cumpleaños.
La virgen de Guadalupe no es la excepción cada 11 y 12 de Diciembre.
En Omaha, la “Virgencita” ha logrado sembrar una tradición en estas fechas y su celebración se fortalece más y más. Hoy es costumbre que artistas famosos de la región ofrezcan un concierto en las parroquias del sur de la ciudad, como en Nuestra Señora de Guadalupe y En San Pedro.
El frío nunca ha sido impedimento para que haya templos que luzcan a reventar.
Esta es una tradición mexicana que empezó hace 486 años, cuando la Virgen se le apareció al indio Juan Diego, y hoy ha traspasado fronteras.
«Mas que una tradición es la fe que tenemos en la Virgencita de Guadalupe. La Patrona de los inmigrantes,” dijo Jaime Nuñez, de nacionalidad mexicana, quien planea estar presente con su grupo musical para sumarse al festejo en Sur Omaha.
“Esto es parte de la herencia que estamos transmitiendo a nuestros hijo, para que su fe no se pierda y siempre tengan presente que tenemos a una protectora y madre que nos cuida y nos ayuda siempre que la necesitemos”, expuso Matilde de Jesús Blanco, de 45 años, devota guadalupanas que asistirá a Santa Inés  para dicho festejo, acompañada de su esposo he hijos.
Quizá por eso es normal que entre los asistentes se encuentren niños, jóvenes, familias enteras o personas solas. Sin embargo, en el punto central todos unen sus voces para entonar al unísono las mañanitas. Luego de ello participan en una misa y al final comparten un champurrado con pan mexicano.
La celebración siempre a tenido un saldo blanco, según reporta el departamento de policía. Pese a la concurrencia, nunca se ha planificado algún operativo especial para mantener el orden, pues los participantes lo hacen siempre de forma pacifica, tranquila y ordenada, lo cual no genera ningún caos.
“La virgencita morena me permitió llegar a esta hermosa tierra y hoy también me voy a arrodillar a sus pies, como todos los años, para felicitarla”, declaró Jesús Esteban Montes, de 67 anos de edad quién incluye en sus oraciones el deseo de regresar algún día a su tierra natal.
Actualmente, la iglesia de San José y  la iglesia de San Pedro, son los templos católicos que, junto a Nuestra Señora de Guadalupe y Santa Inés, albergan la mayor población de católicos Latinos, quienes han venido modificando he implementando coloridos festejos, en el marco de esta celebración religiosa.
“Como inmigrantes, hoy más que nunca necesitamos de su protección y ayuda, para mover el corazón de los que atacan a nuestra gente y de aquellos que tienen la posibilidad de ayudarnos a modificar las leyes migratorias que cada vez están más duras…”, comentó Pedro García, padre de familia que desde hace 9 años acude al festejo con miembros de su familia.
El fervor guadalupano existe y es palpable de manera especial en estas fechas de festejo a la Virgen María de Guadalupe. Así quedará atentado en los libros de historia de esta ciudad, donde nuevamente se escribe que las mañanitas a la “virgencita” siguen siendo una tradición que cada año crece más.

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