Por Shakur Abdullah, Entrenador de Justicia Restaurativa del Centro de Justicia Comunitaria (CJC)
En entrevistas recientes que abordan el impacto potencial de COVID-19 en el personal del Departamento de Servicios Correccionales de Nebraska (NDCS) y los ciudadanos encarcelados dentro de las instalaciones penitenciarias, tanto el Gobernador Ricketts como el Director de NDCS Scott Frakes han declarado que no habrá liberaciones basadas en el riesgo inherente planteado por COVID-19.
Tanto el personal de la NDCS como los ciudadanos encarcelados están potencialmente en riesgo durante esta pandemia. Los ciudadanos encarcelados son probablemente el segmento más vulnerable (sin capacidad a la distancia espacial, ancianos, condiciones médicas subyacentes y atención médica inadecuada) segmento de la sociedad. Al igual que muchas comunidades metropolitanas una vez que COVID-19 invade las prisiones, podrían transformarse rápidamente en morgues, ataúdes o tumbas.
Ningún personal de NDCS o ciudadano encarcelado debe ser condenado a muerte por COVID-19. La seguridad y la salud de todos son importantes, los esfuerzos para aplanar la curva de la infección deben incluir a todos.
Una manera eficaz de abordar la crisis COVID-19 es reducir y liberar a los ciudadanos que han cumplido la mayor parte de su condena y que han demostrado y recibido programas de rehabilitación comprobables (en la mayor medida posible) lo que reduce su probabilidad de reincidencia. Las siguientes ideas no son nuevas y han sido ejecutadas eficazmente en todo Estados Unidos, incluyendo Nebraska.
Reducir las poblaciones carcelarias
En primer lugar, en el frente, las fuerzas del orden estatales y locales podrían hacer esfuerzos judiciales y fiscales para reducir el número de personas condenadas a las cárceles (incluidas las violaciones técnicas) a través de la libertad condicional, los programas de rehabilitación, la restitución y el confinamiento domiciliario.
Muchas jurisdicciones de la nación durante la crisis COVID-19 han iniciado estos esfuerzos y han reducido la tasa de carcelamientos de cárceles y prisiones.
Junta de Indultos de Nebraska
Dos, la Junta de Indultos de Nebraska (gobernador, fiscal general y secretario de Estado) podría conmutar compasivamente las penas de ciudadanos encarcelados vulnerables (60 años, subrayando la condición médica, la elegibilidad de libertad condicional pasada, cumplió dos tercios de su sentencia). Liberar inmediatamente a las personas o conmutar sus sentencias haciéndolas inmediatamente elegibles para la libertad condicional. En abril, el Gobernador de Washington conmutó las sentencias de 950 personas, el Gobernador de Oklahoma condonó las penas de 450 personas.
Junta de Libertad Condicional de Nebraska
Tres, la Junta de Libertad Condicional de Nebraska podría comenzar inmediatamente la libertad condicional a individuos elegibles sobre la base de un criterio similar al de la Junta de Indultos de Nebraska bajo la actual crisis COVID-19. El cuarenta por ciento de todos los casos en el NDCS son para delitos no violentos.
Restaurar el «buen tiempo» perdido
Cuatro, el NDCS podría restaurar el tiempo perdido para las personas. Esto haría dos cosas: o bien liberar inmediatamente a las personas de la custodia o potencialmente hacer que sean inmediatamente elegibles para la libertad condicional.
Permisos comunitarios
Cinco, el NDCS y la Junta de Libertad Condicional (posiblemente a través de la creación/aprobación legislativa) podrían asentar a las personas. El permiso comunitario es el estado de estar bajo custodia comunitaria (nivel laboral o educativo) pero permanentemente retenido a su residencia, excepto para actividades aprobadas. Este programa fue utilizado en un momento, pero se redujo gradualmente.
La seguridad pública es obviamente la preocupación con una estrategia de reducción y liberación. Nadie está sugiriendo la reducción al por mayor o la liberación de todos los encarcelados. Como he dicho, ninguna de estas sugerencias estratégicas son nuevos enfoques y se han hecho antes y SIN PELIGRO. Estos son tiempos anormales y debemos poner primero a los trabajadores de primera línea (personal de la NDCS), a los ciudadanos encarcelados y a las comunidades, lo que resulta en vidas salvadas y dólares de impuestos ahorrados. Consulte las versiones a gran escala y la seguridad pública en el siguiente enlace.
Una última cosa a considerar, cada plan de pandemia debe incluir un compromiso continuo,después dela pandemia, para reducir y liberar a los ciudadanos encarcelados.
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Shakur es entrenador de Omaha y especialista en divulgación para el CJC. Shakur es un especialista en desarrollo de la fuerza laboral para delincuentes certificado por el Instituto Nacional de Correcciones (NIC, por sus) (OWDS). Tiene tres años de experiencia proporcionando servicios de reingreso antes y después de la liberación a personas involucradas en la justicia en Nebraska y Iowa. Shakur es miembro de la Red de Defensa de la Infancia Encarcelada (ICAN, por sus) una red de liderazgo y defensa compuesta por ex jóvenes salvavidas. ICAN fue creado y afiliado a la Campaña para la Sentencia Justa de la Juventud (CFSY). Shakur aporta al CJC una amplia experiencia en carcerated de más de 4 décadas de experiencia en carcelada. Detenido y sentenciado como menor en 1975, Shakur dio de baja la custodia del Departamento de Servicios Correccionales de Nebraska (NDCS) en 2016 al término de una sentencia de homicidio. Mientras que el encarcelado Shakur aprovechó las oportunidades habilitativas (personales, académicas y vocacionales) para ser liberado de la cárcel mejor no amargo. La pasión de Shakur es ayudar a reparar el daño que creó y ayudar a otros a cumplirlo con ese mismo deber.