Publicado originalmente en The Reader. XXX de una serie.
Según Brown, dar forma a las metas estratégicas de la comunidad en alianza con quienes donan fondos es parte de la misión de la Cámara. Todo lo que la Cámara hace, nos comenta, es medido.
«Nosotros incorporamos a la mayoría de los directores ejecutivos y al equipo de trabajo de las fundaciones públicas y privadas dentro de todos nuestros procesos de planeación estratégica. Les hemos invitado a todos nuestros trabajos de prospectiva estratégica. En cuanto a lo futurista, han estado involucrados en nuestras discusiones para nuestra estrategia de desarrollo económico y al aparecer situaciones en específico en la comunidad, nos damos cuenta de que también podemos trabajar juntos en esos proyectos. No es inusual que la Cámara y varias fundaciones y otros grupos sin fines de lucro se sienten en la mesa junto con los líderes comerciales para hablar sobre cómo resolver un problema de la comunidad.
«La comunidad filantrópica también tiende a ser quienes brindan fondos para algunos de los programas y actividades que llevamos a cabo. Hemos tenido éxito en encontrar esas cuestiones que tenemos en común y hemos producido algo que las fundaciones pueden ayudar a financiar”.
Brown dijo que la colaboración es algo que tiene que suceder, pero que en Omaha sucede a un grado inusual.
«Muchas de las colaboraciones en esta comunidad suceden entre los filántropos, los negocios y el mundo de las organizaciones sin fines de lucro para ver qué proyectos deben seguir y cuales tal vez no deberían hacerlo. Yo considero que Omaha tiene las colaboraciones dentro de su ADN. Rara vez observo que una organización diga que se irá y que va a trabajar por su cuenta sobre un proyecto sin buscar el comentario de los demás, o sin involucrarse en una discusión estratégica sobre si tiene o no mérito.
«Cuando un proyecto no funciona, usualmente es debido a que la colaboración y la comunicación no ha ocurrido en el nivel normal. Yo pienso que hemos logrado más juntos y ese parece ser algo en común que aprecio con la mayoría de mis colegas en la comunidad, ya sea del lado de los comercios o del lado de las organizaciones sin fines de lucro”.
Boyd de la OCF dijo que trabajar con aliados como la Cámara y United Way ayuda a la fundación a “aprender el rol que podemos desempeñar”. Ella explica: “Estamos colocando algunas ‘apuestas’ en áreas en las que pensamos que, dada nuestra historia y habilidades, podríamos agregar algo de valor al unirnos sobre las cosas que están pasando en la comunidad”.
Ella dijo que las discusiones que surgen en las reuniones de colaboración ayudan a reducir el enfoque sobre lo que es urgente y sobre en dónde puede la fundación ayudar de mejor forma. Otra forma en que la fundación da seguimiento a lo que está pasando son los procesos de solicitud de subvenciones para su Fund for Omaha (Fondo para Omaha): «Observamos algunos patrones de ciclos de solicitudes de subvenciones durante el periodo y algunos cambios en cuanto a las solicitudes de fondos que nos permiten apreciar cómo se mueven y cambian algunas cosas en la comunidad y qué puede significar. Pueden ser necesidades emergentes o algunas brechas en el servicio”.
A nombre de los donadores, desde 1982 la fundación ha otorgado $1.5 billones de dólares a las organizaciones sin fines de lucro. En el 2016, los donadores otorgaron $149 millones de dólares. Con su propio Fund for Omaha, se otorgaron $294,176 en el 2016. A finales del año pasado, el número de fondos de la fundación era de poco más de $1 billón de dólares.
El deseo de la fundación de ampliar su trabajo y medir de mejor forma las necesidades de la comunidad ayudó a liderar el nacimiento del proyecto The Landscape, una reflexión pública sobre la comunidad basada en los datos a través de seis áreas de la vida comunitaria: Salud, Vecindarios, Seguridad, Transporte, Fuerza Laboral y Educación.
Estos marcadores salieron en gran parte de la percepción de la comunidad o de estudios de valoración que la OCF llevó a cabo junto con United Way y la Iowa West Foundation.
«Es probable que otras áreas sean agregadas a The Landscape con el paso del tiempo”, mencionó Boyd.
La información de The Landscape obtenida de los expertos y los residentes está disponible en línea para que cualquier persona pueda consultarla en thelandscapeomaha.org
«Queremos que más personas participen en esta forma de pensar y queremos ver más personas que puedan aplicarlo”, dijo Boyd, “por lo que el que esté disponible de forma pública y abrir eso a la retroalimentación puede ayudarnos a quienes interactuamos a nivel personal con diversos socios y residentes en la comunidad”.
«Estamos apreciando más y más cómo nos alineamos con algunas de estas cuestiones que han salido a la luz en The Landscape para intentar establecer nuevas alianzas de nuevas formas. Tenemos una base de donadores por toda la comunidad, muchos de los cuales están atendiendo algunos de los asuntos por su propia cuenta y tal vez podamos servirles de mejor forma en cuanto a sus donaciones si nos enfocamos en nuestros recursos”.
La meta final es lograr tener un mayor impacto.
«Estamos deseando que el proyecto pueda ayudar a llevar a nuestra filantropía a otro nivel al agregar a ese proceso de selección más aportaciones de la comunidad – historias personales que agregan una mayor dimensión a nuestro entendimiento. No estamos diciendo que el trabajo de la fundación y The Landscape es lo que vaya a llevar hacia el cambio. Tiene que ser los esfuerzos que todos perseguimos. Esto es algo en particular que sentimos podemos usar dentro de las conversaciones y las interacciones con las demás personas que están involucradas en solucionar estas cuestiones en nuestra comunidad”.
Ella y sus colegas están tratando de encontrar formas para lograr que los millenials donen. La fundación ha encontrado éxito en hacer esto a través de la campaña Omaha Gives.
Boyd dijo que «trabajamos para ser una organización que sea más inclusiva para muchas personas e intereses diferentes en la comunidad. Yo pienso que estamos continuando con la construcción de diversas relaciones y encontrando nuevas formas de aliarnos con las personas a quienes les importa y quienes desean invertir recursos”.
Boyd, Forsberg y Brown están conscientes de que las grandes donaciones en Omaha es algo generacional. Pero aunque las riquezas cambiarán de manos, ellos dicen que los filántropos locales han estado creando instrumentos para asegurar que se realicen donaciones en el futro.
Lea más del trabajo de Leo Adam Biga en leoadambiga.com.

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